Entre los años 1959 y 1963 complete mis estudios secundarios en un Colegio Nacional, de la ciudad de Buenos Aires, habiendo cursado desde primer año hasta el quinto, en las divisiones “X” 1ras.
Entre muchas cosas importantes, se encontraban otras complementarias, que hacen a la vida estudiantil, como son los “machetes”, o sea los sistemas ú utensilios utilizados en los exámenes escritos, para sencillamente “copiarse”.
Pasaré a describir los métodos que más recuerdo.
EL PARLANCHÍN: Determinado alumno se escondía debajo del último pupitre, o sea del último alumno sentado, en la zona mas inexplorada por los profesores dentro del aula. Desde allí y con suave voz iba leyendo del libro de la materia, el o los temas tomados en ese momento. El único problema era que siempre favorecía al alumno que “tapaba” y por lo tanto los de las otras filas no recibían su tema.
LA REGLA METÁLICA: Típica regla de unos 20 cm de largo por 3 cm de ancho, hechas en un material duro pero al mismo tiempo flexible y que constaba de dos chapas prensadas. En ese tiempo eran difíciles de conseguir, y normalmente eran propaganda de algún establecimiento importante. El tema consistía en romper la unión de ambas chapas, colocar una bisagra de tela, y guardar en su interior una tira de papel un poco mas chica con la información apropiada.
EL PIZARRON MAGICO: En el recreo anterior a la hora de la prueba se procedía a escribir en el pizarrón del aula temas relacionados con la clase anterior, por ejemplo si era una clase de química, se escribían formulas de elementos, nombres de moléculas y su composición, etc. y camufladas en el pizarrón pero siguiendo un orden pre establecido las necesarias formulas o datos que se deberían utilizar luego en la prueba escrita.
EL GRUPO EXTERIOR: Alumnos de otra división, no más de tres, y que tuvieran hora libre, se colocan detrás de una de las ventanas del aula, una vez repartidos los temas, los de adentro colocan sobre el vidrio de la ventana el problema a resolver o la pregunta a contestar. Los de afuera toman nota y se retiran para no llamar la atención, buscan en las carpetas o libros las respuestas y envían a otros dos compañeros que pasan la información por el mismo método.
LA CORBATA: el día de la prueba un determinado alumno usa una corbata de colores claros y suave, pero ancha (en aquel tiempo las corbatas eran angostas) y con rayas oblicuas, colocando en un lugar apropiado de la misma el machete.
LA MANGA DEL GAMULAN: Algunos gamulanes tenían mangas que terminaban como las botamangas de los pantalones. Se le sacaban unos pocos centímetros de hilos, con el cual estaba cosida la misma y por la abertura se colocaba el machete, que era de cartulina, para posibilitar su movimiento.
LA CARTULINA RESORTE: Los pupitres eran antiguos y de muy buena madera, en la parte superior poseían la típica abertura redonda para colocar los tinteros, en este caso deberían ser de buen diámetro, porque el agujero tenía unos 5 centímetros. Debajo se colocaban 6 chinches, de a tres, paralelas a los lados del hueco y usando estas de guía se colocaba la cartulina machete, con una gomita en uno de sus extremos que se ajustaba según la necesidad con otra chinche, por el lado opuesto a la gomita se colocaba un hilo de coser de color negro, que se pasaba entre las maderas y descansaba sobre el pupitre, en la medida que se necesitaba un dato, se tiraba del hilo y la parte escrita del machete aparecía por el agujero indicado.
LA GOMA DE RESULTADOS: Se usaba una goma grande de dibujo, que debería tener unos 5 x 4 centímetros. La misma la tenía alguien que no participaba y por lo tanto pasaba desapercibido. Para disimular un compañero pedía la goma, y el primero se la alcanzaba previo pedir permiso al profesor/profesora, éste uno de los bochos de la división que ya había terminado los ejercicios de prueba, colocaba en la goma los resultados de los problemas de su tema y del tema de su compañero. Se devolvía la goma y todos los involucrados en su seguimiento tenías los resultados “buenos”, para comparar con los suyos y corregir si era necesario.
LOS PALITOS Se toma un mondadientes y se parten por la mitad. Se pegan a los extremos de un papel de calcar, donde con un plumín y tinta china se escriben los datos que se podrían necesitar. Se enrosca el papel sobre uno de los palillos y puesto en una mano, al moverlos suavemente el papel va pasando y se puede leer lo necesario.
LA DOBLE HOJA: Algunos profesores firman la hoja de la prueba. El truco consiste en hacerse firmar otra hoja, invocando algún problema factible, y guardarla. En caso de prueba con el mismo profesor se llenan ambas hojas ya que hay que tener dos, pero hay compañeros que pueden conseguir otra y cambiarla por algo, con los dos temas posibles para la prueba. Hay que tener la picardía de usar poco la primera hoja para poder ensamblar la segunda.
EL DOBLES DEL SACO DEL COMPAÑERO DE ADELANTE: (que no debe saber). Se usaba el dobles vertical que algunos sacos, tenían en aquella época, en su parte trasera y sobre la columna. En el dobles se guarda el machete, de forma que abriendo suavemente una parte del mismo se pueda ver el machete previamente oculto en algún recreo.
Y hay mas pero por hoy bastante……..no éramos también alumnos revoltosos?, pero sanitos de mente y alma, que solamente usaban su “inteligencia” para divertirse dentro de la ley, de los estudiantes, por supuesto. Y sin alcohol, (drogas no existían), sin armas, sin elementos extraños y peligrosos, sin maldad.