Mi jefe de sección, en La
Nacional, por aquellas épocas lejanas (década del 70) se llamaba
Rodríguez Abat, correntino, gran concurridor a los mitines políticos
y al comité conservador, profesor de secundario, locuaz, excelente
compañero, trabajador, poeta y escritor, un héroe para mi.
Tenía un hermano mellizo, que
era director de escuela en su provincia. Como ellos cumplían sus 50
años, éste se vino para los Buenos Aires, a festejar tal
acontecimiento junto a su hermano.
La mañana del día del gran
festejo, día laborable, se vino para nuestras oficinas, en Villa
Crespo, eran iguales!!!! no había forma de distinguirlos, y para
colmo se presentaban igualitos, igual corte y peinado de cabello,
iguales bigotes, igual pantalón, camisa, corbata y traje. Luego del
horario de trabajo ambos se iban para el centro de la capital, a
festejar, largo y tupido.
Pero, los muchachos traviesos,
esos que siempre existen en los trabajos, enseguida inventaron la
broma. Sentaron en el escritorio de nuestro jefe, a su semejante
hermano, el que se presto inmediatamente a la situación.
Y siempre cae alguien, que
compro enseguida. Lidio algo relacionado con el trabajo diario, y el
jefe le mandó pedir su cuaderno de la primaria, para corregir????? y
además le dio un papel con unos ejercicios matemáticos para
hacer……..y el preguntón se fue a buscar un cuaderno, pero de
pases de expedientes, que trajo presuroso, pero le informó que no
entendía los mensajes del papel……..y así siguió por unas
cuantas horas dando instrucciones y aprobando tareas…...hasta que
llegó el momento de la torta y las velitas y todos festejamos
contentos, el centenario.
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