lunes, 26 de junio de 2017

COSAS DEL CAMPO Y LA CIUDAD.

Por los años 60, voy un día con mi grabador winco, a la casa de un compañero de trabajo, que vivía a unas 15 cuadras de casa, en el suburbano noroeste.

En su casa estaba de visita una sobrina que tendría 17 años, que vivía en un pueblo cercano a Pergamino. Presentación, grabado de discos, charlas y la esposa de mi compañero me “induce” a llevar a la joven al cine, al día siguiente. Se acepta.

La voy a buscar, tomamos el Urquiza eléctrico, y luego el subte. Bajamos en el centro de Buenos Aires, recorrido que hacía todos los días para ir a trabajar, o sea bien conocido. Caminamos por el andén hasta la escalera y yo casi automáticamente me subí a la misma, mientras seguía hablando……..por la mitad del recorrido, observo que mi compañera no estaba….y yo subía solo y hablando!!!!!. La chica se había quedado abajo, absorta mirando los escalones que se movían y subían…..no se atrevía a ingresar a la mecánica!!!. Tuve que salir, retroceder y regresar por la bajada hasta encontrarla. Luego de darle una seria de instrucciones, logré que subiera y triunfalmente llegamos a la cima.

Tiempo después, fui a visitarla. Al día siguiente de estar en su casa, toda la familia reunida, salimos en varios vehículos hacia las vías del tren, que pasaba cerca, a buscar unos yuyos y piedras. De repente todos estaban del otro lado del alambrado, hasta su abuela!, y yo, mirando el alambre pensando como se hace para pasar del otro lado!!!!. Obvio me tuvieron que ayudar.

En definitiva la escalera mecánica y el alambrado de las vías resultaron la misma cosa, obstáculos difíciles para las personas que no están acostumbradas a usarlos o sortearlos.

domingo, 18 de junio de 2017

1963: MI PARTIDO DE HANDBALL

Año 1963, jugaba al handball, en River Plate, en la división cadetes. Nuestro entrenador y DT el profesor Till.

Ese fue el primer año que River presentaba un equipo de cadetes, por lo que éramos un equipo de noveles, que habremos estado de la mitad para abajo.

Entre otros, recuerdo, como nuestros rivales, a Sociedad Alemana de Quilmes, Excursionistas, y los dos equipos de la Sociedad Alemana de Gimnasia de Villa Ballester.

Generalmente los partidos de locales los jugábamos en el gimnacio grande del Momumental, una hora después de los partidos de fútbol de la primera división, los días domingos. Por tal motivo siempre concurrían muchos hinchas. Se jugaba antes del partido de nuestra primera.

Partido contra SAG, de Villa Ballester, equipo “A”, el mejor del campeonato y líder en la clasificación.

Y además un gran acontecimiento “internacional”, debutaba en nuestro contrincante, un chico alemán, recién llegado para un intercambio escolar, y que de complemento, se constituyo en el primer pase internacional de nuestra liga!!!!

El profe Till, me llama previo al partido, y me dice “Vos jugas”, pero hay mejores…….”no, vos jugas porque sos obediente, lo vas a marcar hombre a hombre al alemán, te le pegas, y no lo dejes mover….”.

Y bueno, a la cancha, con mucho miedo, pero a obedecer, y a cumplir, a pesar que el profe siempre nos decía que no deberíamos marcar hombre a hombre.

El contrincante a marcar, sintió muy bien la misma, y se movía nerviosamente, sin poder desarrollar su muy buen juego incorporado. Marca muy dura, pero noble.

Agarre, tiro libre, lejos de nuestro arco. No puse los brazos altos, rodeando mi cabeza. Pelota sobre mi cara, entre la nariz y los ojos, desmayo, unos segundos totalmente dormido, y unos cuantos recuperando. El alemán un período fuera de cancha.

Vuelvo al juego, ataco, delante el chico, tiro al arco, mejor dicho a cualquier lado, brazo derecho derechito hacia adelante, y a la cara del ejecutor anterior. Manotazos.

Subo al tren Mitre, voy para el centro, me siento, y oh sorpresa el alemán de compañero…….íbamos al tribunal de disciplina, que estaba en la AFA.

Bueno, ese partido lo perdimos, pero allí nomás, por dos goles solamente……

EL LICENCIADO ARAN -GURHEN, PARASICÓLOGO?

Hace un largo año, sucedió ésta situación. Supongo que el nombre de Aran-Gurhen, relacionado con éste tema es ficticio.

En una radio local, cierto día, se presenta en un espacio, seguramente comprado, un señor como experto en curaciones de todo tipo, principalmente esas que la medicina tradicional no puede solucionar, cómo las del amor, las maldiciones, las intrigas, las enfermedades incurables, etc. El hombre muy hablador invita a concurrir a determinada casa, donde él, instalo su consultorio, donde sin cobrar nada, atenderá todos los casos difíciles, entregando también el agua bendita, que soluciona en mucho, a todos estos problemas. Invita a las personas que lo deseen a concurrir al día siguiente en horario de 9 a 13 hrs., para sus atenciones. Para justificar su excelente prestigio invita a los oyentes a comunicarse con él en ese preciso momento, en que está saliendo al aire.

Llama una señora, informando un terrible problema que está sufriendo con su marido. Empieza Aran-Gurhen a llevar la conversación, evidentemente hacia su conveniencia. Y llega a la conclusión de que una mujer rubia, conocida de la consultante, es el motivo del problema que tiene su esposo, y le informa, por el éter, que concurra ya a su consultorio, para tratar ese importante problema, antes que se vuelva más complejo y peligroso. Allí corta la comunicación.

Al día siguiente varias concurrentes al consultorio ambulatorio del licenciado, llaman preocupadas (a la radio) porque el sanador no se ha presentado en el consultorio y tampoco se lo ha visto desde la noche anterior, como así tampoco su viejo auto. Ha desaparecido.

Al poco tiempo llama la señora, la de la maldición de la amiga rubia?, quejándose pues lo está esperando al licenciado, para retirar el agua bendita y ciertos elementos prometidos, luego de ser atendida de urgencia, y de haberle dado todos sus importantes ahorros, al hablador, para ya poder iniciar la ansiada sanación de su marido……

Esto me hace recordar los viejos films del far-west, donde siempre aparecía en el poblado el vendedor del famoso elixir…..

Gente, hay que evaluar muy bien, todo lo que se dice y promete, estos generadores de cuentos del tío, saben como llevar muy bien una conversación y suelen convencer a los desprevenidos. Antes de caer en estas trampas consulte, a su médico de cabecera, a su sacerdote, al vecino policía, a un amigo instruido, por favor. Gracias.

sábado, 17 de junio de 2017

EL SR. PELOSSI, UN PELUQUERO DE BARRIO.

Por los años 60 concurría a la peluquería del Sr. Pelossi, sobre la calle Santos Vega, en la localidad de Villa Bosch, pueblo nacido del loteo de la estancia Bosch, sobre las vías del ferrocarril general Urquiza, con su estación del mismo nombre. Recuerdo vagamente su apellido, por lo que ahora lo nombro solamente como “Pelossi”.

El hombre era argentino de padres italianos, y tenía para contar, mientras atendía a sus clientes, muchas historias, casi todas de sus vivencias en la segunda guerra mundial, en Europa.

Y yo como erá ávido de esos relatos cada vez que concurría a solicitar sus servicios, le pedía que me cuente sus vivencias, única forma de poder sentir lo que había pasado en la guerra, historias que por esa época no se podían adquirir de otra forma, en mi casa no había aparato de televisión, y solamente lo que sabíamos era que por los 40-45 había existido una gran contienda internacional.

Seguidamente escribo sobre algunas situaciones que éste hombre vivió en su participación en dicha guerra.

El Sr Pelossi era argentino pero su padre quería que éste conociera su tierra original, Italia, a sus parientes, la forma de la vida allí, que siguiera aprendiendo el oficio de peluquero, que heredaba del mismo, etc. Y su padre lo envío a Italia, antes que empiece la segunda guerra mundial, a pesar que el hijo no quería ir.

Estando en Italia, empezó la contienda, y nuestro amigo quiso volverse, pero fue convocado al servicio militar, del que no pudo safar, atento un acuerdo internacional entre Argentina e Italia, según contaba, y en poco tiempo integraba el ejercito italiano.

Su regimiento fue enviado al África, y allí estuvo mucho tiempo, donde lo que recordaba era que avanzaban constantemente tomando aldeas, donde generalmente solamente quedaban mujeres, niños y ancianos.

Luego fue enviado con su regimiento al continente, más precisamente al frente ruso. En una gran batalla su regimiento quedó entre las fuerzas rusas y las alemanas, el contaba que nadie quería pelear, y si avanzaban los mataban los rusos y si retrocedían lo hacían los alemanes. Casi todos sus compañeros murieron y él quedo enterrado entre restos de soldados muertos, donde fue localizado por fuerzas rusas. Y se convirtió en prisionero de guerra.

Fue enviado a los campos de prisioneros en Siberia, donde tenían que trabajar haciendo los terraplenes y el tendido de las vías del tren transiberiano?. El frío era tan intenso que estaban los prisioneros trabajando solamente menos de 10 minutos y luego 15, cerca de las hogueras que se prendían con los restos de los árboles que se cortaban.

Vivían en barracas móviles, que iban transportando a medida que avanzaban las vías, dormían sobre el suelo. Los prisioneros eran hombres y mujeres de distintas nacionalidades, incluso rusos.

Sobrevivir, era por ejemplo, el poder despertarse entre los primeros que lo podían hacer, para revisar quienes habían muerto, para poder apropiarse de las cosas de los mismos, principalmente su ropa y calzado. Pero no había que tomar cosas muy buenas, porque sino, luego en las formaciones les eran quitadas por los guardias, que se parecían a los prisioneros, pero tenían armas y eran los primeros que se alimentaban.

Los que mejor estaban eran llevados a portear los pocos insumos y alimentos que algunas veces llegaban por tren. Estos prisioneros tenían escondido entre sus ropas unas espinas grandes y huecas en su interior. Cuando portaban alguna bolsa con harinas, usaban disimuladamente esas espinas para clavarlas en las bolsas y poder extraer algunos gramos del cereal, para su alimento. Nunca era mas que una cucharada, pero peor era nada!!!

Pelossi siempre había conservado sus herramientas, algunos peines, una tijera, una máquina cero, y por ello fue enviado a trabajar en la barraca de “limpieza corporal”. Allí entraban los prisioneros, hombres y mujeres, cada un mes aproximadamente, se tenían que quitar sus ropas que eran colocadas en grandes claves, donde por calor se mataban todos los parásitos que portaban, luego entraban a las duchas, y al salir los peluqueros, entre ellos Polissi, les cortaban el cabello y otros pelos, incluidos los de los genitales. Siempre decía que su profesión le salvó la vida.

Un día los llevaron a un tren, los encerraron en vagones de carga, y los transportaron, no recordando cuanto tiempo ni hacia adonde, ni porque. Solamente se habrían las puertas cada tanto para que se tiraran de los vagones, los cadáveres de los compañeros muertos.

Un día el tren paró y desaparecieron los guardias. Gente del lugar rompió los candados y pudieron bajar. Estaban libres y allí se enteraron que la guerra hacia varios meses que había terminado!!!.

Pelossi deambuló por vaya a saber que territorios o países y luego de varios meses pudo llegar a un puerto sobre el mediterráneo, donde consiguio contratarse en un barco carguero que venía para América del sur, como carbonero. En todo el viaje nunca pudo subir a cubierta, siempre en el sudoroso y agobiante calor de las sentinas del barco, donde estaban sus calderas, paleando el necesario carbón para que este funcione.

Y viajando llegó a Buenos Aires, y se fue a vivir a Villa Bosch, donde puso su peluquería de barrio.

Más tarde cambié de peluquería, ya empezaban a florecer los cortes de cabello con navaja……
Hoy, tantos años después todavía resuenan en mis recuerdos sus asombrosas y terribles experiencias.



jueves, 15 de junio de 2017

RÍO CONLARA Y PUENTE EN TILQUINCHO CÓRDOBA





2015: FOTOS ECLIPSE LUNA ROJA DESDE TRASLASIERRA CÓRDOBA




1975: RESTOS DE COMIDA Y ELEMENTOS EN EL CAMPING ACA SAN CLEMENTE DEL TUYÚ

Esto sucedió hace muchos años, entre los años 1972-1975, en el camping del ACA en San Clemente del Tuyú.
Estábamos acampando en familia, con nuestros hijos pequeños durante un fin de semana largo, creo que en Semana Santa. El camping esta muy completo. Nosotros no quedamos unos días más.

El domingo de Semana Santa, luego del medio día, los acampantes se empezaron a retirar. Nosotros a disfrutar de la playa. Volvimos cerca de las 18 horas, y ahora quedaban muy pocas carpas, muy distantes unas de otras.

Estábamos en un sector, que por aquellos tiempos, tenía mesas y bancos fijos. Sobre una mesa, al costado de nuestra carpa, un cajón de esos tipo frutería, con paquetes de sal, azúcar, yerba, fideos, una lata de tomate en conserva entera, etc., los paquetes abiertos pero casi llenos.

Más allá una bolsa tipo de madera, con una botella de aceite comestible, una de vinagre, una con salsa de tomates casera, todas empezadas pero en excelentes estados.

Y rápidamente empezamos una recorrida en familia por el campamento, y aparecieron jabones, una botella de champú, una de detergente, otra de lavandina, un par de botellas de vino (cerradas).

Y también algunas sandalias, fijadores artesanales de carpas, un martillo de goma, algunas sogas nuevitas, etc.

Bueno en los días siguientes disfrutamos de gastar bastante menos, disfrute de un buen vino, y nos trajimos varias cajas con alimentos, artículos de limpieza y de campamento…….

Otras épocas, otras formas de pensar, tal vez otros momentos monetarios, pero nosotros siempre gasoleros y “aprovechadores”, en esas épocas siempre volvimos con cositas de nuestros constantes campamentos y nosotros no tirábamos o dejábamos nunca nada……

lunes, 12 de junio de 2017

EL CENTENARIO DE LOS HERMANOS RODRIGUEZ ABAT

Mi jefe de sección, en La Nacional, por aquellas épocas lejanas (década del 70) se llamaba Rodríguez Abat, correntino, gran concurridor a los mitines políticos y al comité conservador, profesor de secundario, locuaz, excelente compañero, trabajador, poeta y escritor, un héroe para mi.

Tenía un hermano mellizo, que era director de escuela en su provincia. Como ellos cumplían sus 50 años, éste se vino para los Buenos Aires, a festejar tal acontecimiento junto a su hermano.

La mañana del día del gran festejo, día laborable, se vino para nuestras oficinas, en Villa Crespo, eran iguales!!!! no había forma de distinguirlos, y para colmo se presentaban igualitos, igual corte y peinado de cabello, iguales bigotes, igual pantalón, camisa, corbata y traje. Luego del horario de trabajo ambos se iban para el centro de la capital, a festejar, largo y tupido.

Pero, los muchachos traviesos, esos que siempre existen en los trabajos, enseguida inventaron la broma. Sentaron en el escritorio de nuestro jefe, a su semejante hermano, el que se presto inmediatamente a la situación.

Y siempre cae alguien, que compro enseguida. Lidio algo relacionado con el trabajo diario, y el jefe le mandó pedir su cuaderno de la primaria, para corregir????? y además le dio un papel con unos ejercicios matemáticos para hacer……..y el preguntón se fue a buscar un cuaderno, pero de pases de expedientes, que trajo presuroso, pero le informó que no entendía los mensajes del papel……..y así siguió por unas cuantas horas dando instrucciones y aprobando tareas…...hasta que llegó el momento de la torta y las velitas y todos festejamos contentos, el centenario.


PN SIERRA DE LA QUIJADA: EL PODER DEL SILENCIO

Al final de los 91 nos fuimos a pasear por Mendoza, en nuestro gol gasolero, a la vuelta decidimos pasar por Sierra de la Quijada, Prov. de San Luis.

Llegamos por la tarde, de un hermoso día, muy caluroso. Llevábamos carpa, y todo el equipo para acampar, mucha agua y fruta, cítricos, sandía y melones.

En el ingreso a la reserva, no había persona alguna, como para tener alguna información. Entramos e hicimos los recorridos habituales, todos señalizados. Regresábamos para el ingreso cuando a mitad del recorrido (en auto) encontramos el lugar para camping. Solitario, sin agua potable, con dos magros arbolitos cómo lugar de sombra (algo de sombra). Decidimos acampar. Armamos el campamento, carpa, bolsas de dormir, luz portátil conectada a la batería del auto. Nos sentamos a la tenue sombrita de uno de los dos arbolitos, y así fue pasando el tiempo. Merendamos, cenamos, y descansamos del largo viaje mañanero y del recorrido hermoso por el lugar, y en lo mejor que pudimos fuimos girando los banquitos, despacito siguiendo la poca sombra.

El cansancio nos venció, y nos dejó sin deseos de ir hasta el ingreso, para avisar que estábamos en el lugar, y nos fuimos a dormir, apenas se fue el sol, y empezó la magistral oscuridad con un cielo impresionante, espectacular, con miles de estrellas visibles.

Pero cerca de la una de la mañana, todavía estábamos sin poder conciliar nuestro sueño, y allí nos atrevimos a sincerarnos….”Che, donde estamos, en el infinito?”. “Viste no se escucha nada, ni soplar viento, ni un animalito, ni un bichito, ni una vaquita, nada…….existiremos?”. Abrimos la entrada de la carpa y nos asomamos, nada de nada. Nada se movía, y el silencio nos abrumaba totalmente, y nos fue desesperante.

Rápidamente nos levantamos, subimos al auto, y nos dirigimos a la entrada. Y grandiosamente en ese momento llegaba el Sr. Guardaparque, su esposa e hijos…...y a pesar de que no vimos a nadie, hubo alguien que ya le había avisado que tenía a unos solitarios acampantes. Se creyó que nos había pasado algo, pero luego de un rato de tartamudeante charla, nos entendió. Lo tomaron con calma y nos ayudaron con su conversación. Y nos quedamos un buen rato hasta que nos calmamos y regresamos al campamento a dormir con tranquilidad, y bien “frititos”.





sábado, 10 de junio de 2017

HUMBERTO Y LA BELLA CLIENTE.

Humberto, el que me vendió su jeep Ika 58, que tanto disfrute, era un compañero en mi trabajo, un tipo genial, muy inventivo, muy conflictivo, del que se pueden mencionar miles de anédocta…….y esta es una de ellas:

Última hora de atención al público, nuestro sector atendía a los mismos en una amplia playa de estacionamiento (autos), que por su antigua estructura denotaba otro uso, la cual tenía muchas columnas, bastante mal ubicadas para un correcto estacionamiento de vehículos.

Quedaban por atender dos o tres autos, uno de los cuales tenía por conductora una señorita muy llamativa y amable.

Hacia ya unos cuantos días, que nuestro personaje, se quejaba insistentemente, que otros empleados, no le dejaban atender a ninguna “chica especial”, y que él siempre terminaba el día atendiendo el último trámite.

Hubo acuerdo general, y el expediente de la hermosa señorita fue sigilosamente manipulado para que quedara último, y la orden fue “nadie toque ese trámite”.

Y quedó nomás la carpeta de dicha cliente, nadie la tocaba, y todos se alejaban de la mesa de distribución…..como era de esperar, Humberto se acercó disimuladamente y leyó la caratula, dándose cuenta de quien era ese trámite…….lo tomó inmediatamente y salio a la playa a cumplimentar el trámite, muy “contento y gentil”.

Hizo el trámite, mientras otorgaba larga y amable charla a la clienta, y en un momento, la llevó a mostrarle su nuevo Valiant IV……….

En ese momento unas manos ávidas de “maldad”, corrieron el auto de la señorita y lo colocaron entre dos columnas, cuestión de que el auto no podría salir de allí, por más que el chófer fuera un “as”.

También alguien retiró de la llave del portón de salida vehícular, que por la hora ya estaba cerrado, los tapones necesario para su uso.

Todos se fueron, nunca se pudo saber como termino la historia, como sacó su auto la joven, no solamente entre las dos columnas, sinó quien le abrió el portón………lo que si se supo que al día siguiente hubo que “escuchar” a Humberto!!!!!


EL AGUJERO EN EL PANTALÓN DE MI ABUELO JUAN.

Mi abuelo Juan era policía en la ciudad de Buenos Aires. El trabajo lo consiguió por recomendación de las monjitas que vivían al frente de la casa de mi abuela María, su esposa y madre de sus 4 hijos vivos, la quinta había fallecido de niña.
Yo a mi abuelo Juan no lo conocí, él murió antes de nacer yo.
Mis abuelos y sus hijos vivían en el barrio de Caballito, famoso por sus hombres muy guapos!!!, el nombre parece ser que nació porque en la pulpería y salón de bailes mas famoso del lugar, poseía de veleta un caballito pintado de blanco.

Era muy común que cada dos o tres esquinas de los barrios había un policía de consigna, esto daba por resultado que éste conociera a todos los vecinos y a muchos de los transeúntes ocasionales.

Periódicamente pasaba el carro policial de la correspondiente seccional, donde iba el oficial de calle, para obtener las novedades de sus subalternos y controlar que las consignas estuviesen en su lugar físico, con la vestimenta correcta, y en posición de vigilancia. Estos controles eran estrictos, siendo una falta grave el que los controlados estuviesen fumando. Y mi abuelo era un fumador empedernido.

Cierto día estando fumando Juan, no se percató que ya tenía frente suyo al oficial de calle, instintivamente colocó su mano derecha, donde tenía el cigarrillo prendido, dentro del bolsillo del pantalón, el reglamentario, apagando el mismo contra el forro del bolsillo, con lo que allí se hizo un importante agujero.

Por la noche al regresar a su casa le “ordenó” a su esposa que revise todo el uniforme y si había algo mal que lo solucione, pero sin decirle nada del agujero en el bolsillo de su pantalón.

María revisó toda la ropa pero exteriormente, retocó unos botones que parecían que se encontraban al borde de desprenderse, lavó la ropa y luego la planchó.

Al día siguiente de regreso, el abuelo increpando dolorosamente a María, le dice que por su culpa de no haber reparado el famoso agujero, por el había perdido todo su sueldo, recién cobrado!!!!
Digamos, que entonces, la abuela María estuvo unos cuantos días castigada!!!, y además de tener que arreglar el pantalón, estuvo todo el siguiente mes sin dinero para los gastos del hogar, debiendo apelar a parientes, comprar fiado, etc.
Nunca supo que sucedió verdaderamente con el sueldo, pero seguro que por ese agujero el dinero no se perdió……..seguramente que fue gastado en alguna partida perdida……



EL CASAMIENTO QUE NO FUE, PERO PERDURÓ!!!

Al personaje de esta historia lo vamos a llamar “José”.

José estaba separado de su primer esposa, una muy hermosa chica, pero que le gustaba una vida de diversión y nada de vida hogareña. Se separaron el día que José la fue a buscar a un boliche nocturno. En la época del 70 esta situación no era “normal”.

Luego de un tiempo, José conoció a otra chica, se enamoraron y pensaron en vivir juntos, pero por esa época no había divorcios legales. José le contó a su nueva pareja toda su historia. Pero esa historia no era posible contarla a los familiares de la nueva compañera.

La situación fue llevada al núcleo de los amigos suyos, del trabajo, e inmediatamente se empezó a buscar una solución.

Y se casaron por Civil, en un registro civil de la capital argentina.
Juez, escritorio de roble europeo, impresionante sillón de cuero, típicos cuatros nacionales en las paredes, arañas luminosas de techo, relucientes, testigos, invitados, fotógrafo, limusina, empleados del registro impecables y acordes con lo que uno puede pensar que serían, etc. Lo único la hora, algo inusual para un casamiento por civil “normal”, pero bien justificado por los novios (un amigo del novio era muy conocido del Sr. Juez?? y como todos los turnos estaban ocupados, asedió a otorgar uno fuera del horario habitual…….)

La ceremonia fue un éxito. Llegaron los novios en la lujosa limusina, impecablemente vestidos, ingresaron al salón, donde estaban los testigos, parientes y amigos. Los recibió el ayudante del Juez, los llevó al salón principal, donde el Sr. Juez los casó, luego los recién casados saludaron a todos en el amplio patio del registro y se retiraron bajo una impresionante lluvia de arroz e infinidad de flashes del fotógrafo oficial.

El Juez y su ayudantes eran del servicio de recepción de nuestra Cía., gente habituada a las ceremonias, los testigos dos empleados compañeros de trabajo del novio, como también los familiares del novio, el fotógrafo, el oficial del trabajo, la limusina aportada por un tallerista amigo, que en ese momento tenía el ampuloso auto reparando en su taller, mostradores, escritorio, sillones, cuadros, del negocio de antigüedades del padre de otro empleado, y los vecinos del barrio en la vereda presenciando la inusitada boda y dando crédito al acontecimiento la ampulosa placa identificadora del Registro Civil, bien lustrada para la ocasión.

Pero el ingreso al Registro Civil, era por la puerta derecha, y todos ingresaron por la izquierda, que era la casa de un gerente amigo del novio…….


jueves, 8 de junio de 2017

Seguinos con Humberto......

Humberto, y la historia de la bella cliente……..

Humberto, el que me vendió su jeep Ika 58, que tanto disfrute, era un compañero en mi trabajo, un tipo genial, muy inventivo, muy conflictivo, del que se pueden mencionar miles de anédocta…….y esta es una de ellas:

Última hora de atención al público, nuestro sector atendía a los mismos en una amplia playa de estacionamiento (autos), que por su antigua estructura denotaba otro uso, la cual tenía muchas columnas, bastante mal ubicadas para un correcto estacionamiento de vehículos.

Quedaban por atender dos o tres autos, uno de los cuales tenía por conductora una señorita muy llamativa y amable.

Hacia ya unos cuantos días, que nuestro personaje, se quejaba insistentemente, que otros empleados, no le dejaban atender a ninguna “chica especial”, y que él siempre terminaba el día atendiendo el último trámite.

Hubo acuerdo general, y el expediente de la hermosa señorita fue sigilosamente manipulado para que quedara último, y la orden fue “nadie toque ese trámite”.

Y quedó nomás la carpeta de dicha cliente, nadie la tocaba, y todos se alejaban de la mesa de distribución…..como era de esperar, Humberto se acercó disimuladamente y leyó la caratula, dándose cuenta de quien era ese trámite…….lo tomó inmediatamente y salio a la playa a cumplimentar el trámite, muy “contento y gentil”.

Hizo el trámite, mientras otorgaba larga y amable charla a la clienta, y en un momento, la llevó a mostrarle su nuevo Valiant IV……….

En ese momento unas manos ávidas de “maldad”, corrieron el auto de la señorita y lo colocaron entre dos columnas, cuestión de que el auto no podría salir de allí, por más que el chófer fuera un “as”.

También alguien retiró de la llave del portón de salida vehícular, que por la hora ya estaba cerrado, los tapones necesario para su uso.

Todos se fueron, nunca se pudo saber como termino la historia, como sacó su auto la joven, no solamente entre las dos columnas, sinó quien le abrió el portón………lo que si se supo que al día siguiente hubo que “escuchar” a Humberto!!!!!


domingo, 4 de junio de 2017

CÓRDOBA=ESTADO DE SUS DIQUES AL 2/6/2017



DIQUE
ALTURA LABIO SUP
ALTURA AL 2/6/2017
SITUACIÓN ACTUAL
SAN ROQUE
35,30
34,83
       -0,47
LA VIÑA
100,50
90,30
-10,20
CRUZ DEL EJE
37,20
37,15
+0,05
LOS MOLINOS
53
51,11
-11,89
EMBALSE
46,50
45,44
-1,06
LA QUEBRADA
34
32,22
-1,78
PICHANAS
44
41
-3
EL CAJÓN
30,20
29,40
-0,80

Humberto y la anédocta del “Hot Pant”:


Humberto era un compañero de trabajo de la Nena, pero la Nacional. Casado con la “Gallega”, flor de señora, juvenil, siempre vestida a la moda, moderna. Humberto inteligente, hacedor de cualquier cosa interesante, tipo hobby, con sus manos hacía todo. Artesanías, tren y recorrido a escala, pista de autos a escala, pescador, tirador, compositor de canciones de ocasión, patinador, mecánico, electricista, se destacaba en toda oración, o por lo menos quería hacerlo, por eso tenía muchos simpatizantes, pero también muchos detractores. No tenían hijos.

Me vendió su Jeep Ika ‘58, a principios de los ‘70 y se compró un valiant IV, y atento su personalidad lo modificó (tuneo) a su manera, y muy orgulloso lo mostraba a todo quien quería escucharlo, o no!!!!. Solía llevar, en su tarea externa en la compañía, a su mujer, siempre vestida a la moda. Y que también exhibía con insistencia y orgullo, que también ella admitía.

Llegó a media mañana con su valiant y señora, a buscar su trabajo, como siempre lo primero fue mostrar su auto y su ocupante, que para la ocasión estrenaba un hermoso “hot pant”, rojizo y aterciopelado, bien cortito.

La “amistad”, inmediatamente le cambió el recorrido de sus visitas, y le dieron, sin ninguna posibilidad de cambio, un recorrido por la zona del puerto de Buenos Aires, Dock Sur y Avellaneda……… volvió cerca de las 17 hrs, con cara de querer “matar” a unos cuantos!!!!! pero casi sin haber podido realizar su trabajo, y no porque no era valiente como para no ingresar a las zonas donde fue enviado, esta vez bien acompañado, sino por salir apresuradamente, pues en el Dock rodearon su auto con máquinas viales, y los muchachos le exigieron que mostrara a su acompañante bajándola de su auto, donde estaba atrincherada!!!…... por suerte pudo escapar!!!!!
Nunca se supo si volvió a llevarla en sus recorridos………




sábado, 3 de junio de 2017

VUELTA LARGA POR LOS TÚNELES TRASLASIERRA CÓRDOBA

Control de distancias para un recorrido largo por sectores de traslasierra en la provincia de Córdoba.


Merlo San Luis, rotonda rutas 1 y 5 0 km
Límite San Luis - Córdoba 7 km
La Paz, por ruta 14 o ruta de la costa 12 km
Las Tapias 33,9 km
Las Rozas 4,8 km
Nono 23,5 km
Mina Clavero 8,4 km
Cura Brochero, por ruta 15 3,1 km
Taninga 48,5 km
Las Palmas, por ruta 28, ripio 21,1 km
Los Túneles 15,7 km
Chancaní, por ruta E51 23,1 km
San Pedro 64,2 km
Villa Dolores, por ruta 148 3,7 km
La Paz, cruce ruta 148 y 205 30,9 km
La Paz, por ruta 205 12 km
Merlo, por ruta 14 19 km
Total del recorrido Merlo-Merlo, por La Paz: 311,9 km.