Estábamos en la playa de atención de clientes, allá por el año 1977, éramos 7 empleados que trabajábamos en esa sección. El lugar Ramos Mejía.
Ingresa un auto, con dos personas, padre e hija. La hija era una joven muy apuesta. Todas las miradas para ella y todos tratando de ser el afortunado en atenderlos.
Gana el “Tano Y” (porque era el jefe.....), y en el medio de la atención, empieza a atacar (en el buen sentido de la palabra) a la bella, mientras su padre, que alejado de la escena, miraba complacido y de vez en cuando esbozaba alguna sonrisa de aprobación. El compañero le sacó el nro de teléfono a la srta., que guardo como si hubiese ganado un superclásico de futbol. El padre no dijo nada.
Terminado el tramite siguiente, padre e hija bajaban la escalera, desde una oficina del primer piso, primero la hija y unos cuantos escalones atrás, su padre.
Por la misma escalera subía un compañero, que no había presenciado las escenas anteriores, luego de pasar por el lado de la reina, se topa con el padre, como ambos eran gorditos, y la escalera muy angosta, mientras se colocaban de forma de poder pasar ambos, mi compañero (El Marinero), un veterano, hombre muy culto y amable, le dice a su “contrincante” de escalera, ignorando el parentesco, “He pasado la mas linda flor de este día”.......
Quince minutos después el gerente llama al veterano, y le pide explicaciones por escrito, del probable e indecente trato dado a un cliente (la dama bella......). Le había presentado, el padre, un extenso escrito, quejándose del trato otorgado a su hija, por un empleado en la escalera........ Bueno luego de largas explicaciones y de varios testigos presenciales, se aclaró la situación y todo quedo en una anécdota.
Pero he aquí la conclusión, que quedó luego del episodio,..........algunos, vaya a saberse el porque, pueden hacer cosas que otros NO PUEDEN HACER!!!!!!!
Quedo en el misterio si el “Tano Y” la llamó por teléfono.........o el nro. era falso!!!!
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