domingo, 24 de diciembre de 2017

DÉCADA DE 1950/1960: PREPARATIVOS Y FIESTAS FIN DE AÑO.

Nuestra familia era para esa época de 15 integrantes. La cabeza mi abuela María (1895), sus cuatro hijos con sus esposos/as y los restantes sus nietos. Se integraban una hermana de mi abuela, Carmen, su esposo, una hija y su familia. En total unas 21 personas, que concurríamos el 24 y 25, Navidad, y el 31 y 1, año nuevo. A veces para el 25 y/o 1ro. Se acoplaban algunos otros familiares y/o conocidos. Eran tiempos de “escuchar radio”, ir los miércoles o jueves al cine, los domingos a la cancha de fútbol y almorzar tallarines, si los mayores hablaban de algún embarazo los chicos debíamos salir de la habitación, se hablaba de política hasta que “ambos” bandos, de esa época, se trenzaban en dura lucha, se jugaba a la lotería de cartones por las noches, o al truco luego de los almuerzos, nadie tenía auto, los chicos jugábamos en la vereda (Caballito, ciudad de Buenos Aires), varones por un lado, nenas por el otro, y hasta a veces un partidito de fútbol usando la calle como cancha………. Un mes antes de las fiestas empezaban los preparativos: 1-La discusión de la marca de sidra. 2-Mi tío Charo que se encargaba del lechón. 3-Mi papá del vino, siempre Canciller, el de las medallitas colgantes. 4-Mi tío Rubén del hielo, del turno en la panadería para cocinar el lechón. 5-Mi tía Elena de los turrones, manises, chocolates, pasas e higos. 6-Mi tío Cacho, bancario, de poner el capital. 7-Mi tía Elena de hacer la larga cola en algún establecimiento tradicional para comprar el “pan dulce”. 8-Alguien de conseguir los paños de lona para tapear la larga galería donde se armaban las mesas. Por el sol y calor o por el viento y las lluvias que tocaran para esos días. 9-Llevar a los más chicos a las grandes tiendas del centro para ver a Papá Noel, generalmente Gath y Chaves. 10-Mi vieja se encargaba de los pollos. Reservar cuatro de campo, bien criados al maíz (en Villa Bosch). Ir a buscarlos, presenciar su muerte y desplume y luego todo un día para su horneada (Aurora a kerosene, un pollo por vez…..) 11-Mi tía Elena, se ocupaba días antes del matambre, compra de la carne y cocinada en su casa. 12-Mi tía Lula, del pan para la cena de la noche y el almuerzo del día siguiente, y algo para los que antes de volver a su casa picaban por la tardecita. Y así se iba todo el mes de diciembre, desde el fin del colegio, mes que parecía el más largo del año, que de por si era larguisimo, era una época donde el reloj parecía ir mucho mas lerdo que en los tiempos actuales. Mi Tarea: Yo, Rodolfo (1945) el mayor de los nietos, luego del fin de las clases, me instalaba en la casa de la abuela María, y me transformaba en el “mandadero” oficial. Era una década donde no había supermercados, ni chicos ni grandes, solamente negocios barriales, cerca de la casa, el almacén a media cuadra, la carnicería casi llegando a la esquina, la carboneria a la vuelta, allí nomas la verduleria y frutería, y en una casa, misteriosa, el quinielero…… Y según se achicaban los días, mi abuela me enviaba a realizar los convenientes “encargos”, ella era la encargada del menú final, y tenía todo grabado en su cerebro y su esquema en tiempo, igual. O sea que tenía una agenda en su bocho!!!!. Y para que yo no me equivoque me anotaba en papelitos lo que debía pedir. En la carnicería tanto de seso, en la carboneria tanto de carbon, en la verdulera tanto de tomate y lechuga, en el almacén tanto de manteca y harina…….(se dejaba encargado, y se informaba que día se retiraba). Los Regalitos para el árbol de Navidad. Eran tradición esos regalitos, que se amontonaban al pie del luminoso arbolito (velitas de colores prendidas……..cuidado con el incendio, aunque mi tío Rubén era bombero de la Federal…) y tan repetitivos que nadie le enviaba la tradicional cartita al Papá Noel, pares de medias y pañuelos de bolsillos para los hombres; peinetas, perfumes y pañuelos para el cabello para las mujeres, el pantalón de franela para mi (mi mamá compraba la tela y mi tía Elena lo cortaba y cosía (era pantalonera)), y los juguetes de la “Fundación” para los más chicos (pelotas de goma, revólveres de cebita, muñecas campesinas, etc.). Los regalitos se parecían al menú, siempre los mismos. Por la noche el pollo, el matambre, la ensalada rusa, la ensalada de frutas, el vino canciller, la sidra etiqueta negra…...y al medio día siguiente los ravioles, que tuvieron ocupada a mi abuela María los últimos tres días……. FELIZ NAVIDAD Y AÑO NUEVO !!!!!!!

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