TANGALANGA

Nacido en La Plata, su primer llamado fue en el año 1961, solamente para ayudar con una alegría a un pariente enfermo. Entró en el mundo de las llamadas telefónica plenamente en el año 1974, siendo su verdadero nombre Raúl Tarufetti, pero se lo conoció por “Tangalanga”. Por esos años fueron famosos sus casetes, que circulaban mano a mano, llevando sus mejores “comunicaciones” telefónicas. Era una época donde muchos argentinos al atender su teléfono esperaban escuchar su característica voz, y lo deseaban, ya que Tarufetti era el mayor bromista telefónico del mundo, y sus admiradores, que eran muchos, lo tenían como un objeto de culto y arte. Tarufetti tenía una habilidad mayor en el manejo de sus conversaciones, que siempre terminaban en insólitas derivaciones y que ponían en situación critica a sus interlocutores. Los que conocieron al gran Tangalanga saben que era un ser bueno y un representante del porteño.