UN MANTEL COMPLICADO

El encargado de un taller de reparación de vehículos grandes, conocido por su alias de "el sucio", por la simple razón de usar ropa hasta que su destino es tirarla, un gran conocedor de sistemas hidráulicos y de reparaciones complicadas, que otros no quieren hacer, me invita muy seguido, los días viernes al mediodía, a su pintoresco taller, a comer un asadito......
Casi siempre voy, porque me gusta la compañia de la gente del taller, porque es muy interesante escuchar los relatos de su vida muy particular,  antes o desde que llegó a estas tierras desde su España natal. Se que su relación con otras personas es muy particular, y a no todos les llega su presencia, pero yo admiro su carrera su existencia, el transcurrir de sus tiempos.
Y además porque uno de los operarios del taller, "el Gordo",  es un genio haciendo asado, difícil que le salga mal, y es tan distinto almorzar en el túnel de entrada, sobre una mesa improvisada, teniendo de platos cortes de madera irregulares, de vasos  hechos con recortes de botellas de plástico, intercambiando cubiertos, porque nunca hay juego para todos, pero hay ensalada, hay limón, hay pan, cerveza, vino, gaseosa y tiempo para disfrutar de las anécdotas de cada uno, incluso de los eventuales invitados.
Y lo más lindo, es que se charla de todo, menos de trabajo.
Pero hace varias semanas que no voy, no puedo.  Paso un jueves y me invitan, por enésima vez, a ir el día siguiente. Estaba por aceptar cuando mi mirada se posó sobre la mesa, a la distancia se veía limpia y brillante con su nuevo mantel colocado. Me acerque emocionado al ver el esmero en presentar la milenaria mesa con un nuevo y limpio mantel..........pero poco me duró el entusiasmo, sobre uno de los bordes del nuevo apoya comidas, en letras verdes, se leía la siguiente leyenda: "CUERPO FORENSE DE..........".
No puede ir al día siguiente, ni los siguientes viernes.........y  ¡Qué macana!,  todavía luce la mesa su nuevo cobertor.......

Saludos,
Rodolfo