Enclavado entre montañas no muy altas y entrando por la plaza de Luyaba se encuentra su balneario. Sobre el sur corre un arroyo de cristalinas aguas, bajando desde los Comechingones. El balneario posee instalaciones precarias, con baños tipo campo, limpios, una pequeña proveduria, mayoritariamente de bebidas frescas, algunos fogones y una pileta, que se nutre de las aguas del arroyo, la misma es grande, pero un poco despintada y con verdin en su fondo. Tiene una arboleda buena, con bastante sombra, y una "playa" de verde pasto, tipo mallin, bien cortado. El ambiente es agradable, y en días de calor la concurrencia es de normal o poca, el hecho de que muchos de los visitantes sean de la zona hace que todo se lleve de maravillas. El día de nuestra visita había poco ruído y el estado general era de muy buena limpieza.
La entrada cuesta $20 por persona y por el auto. Menores sin cargo.
Un lugar muy agradable y propenso a gustar de hacer un asadito y una buena mateada, con baños en el arroyo o pileta y tomar sol en su espacio verde. El arroyo no es profundo, y se han hecho paredones de piedra para acumular agua.
domingo, 18 de febrero de 2018
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