El gabinete de química del colegio Nacional se encontraba situado sobre el frente del edificio escolar en un piso alto, y poseía bancos largos en dos columnas con un pasillo en el medio, colocados cual platea de un estadio de futbol, o sea que ganaban altura sobre el fondo del aula. Todo esta estructura, bancos, pupitres, pasillos están hechos con madera, siendo la parte de abajo hueca, con lo cual la acústica del aula era alta, por ejemplo al momento de subir e ir a ocupar los asientos libres. Es de destacar que los “jocosos” ocupaban siempre la parte superior.
Un día uno de los alumnos (uno de los únicos primos que estaban en nuestra división) trajo una raqueta de tenis mediana, pero sin el trenzado, a la cual se había colocado unas largas y poderosas gomas del tipo para fabricar una honda. Además es bueno decir que ya estábamos en el fin del año escolar.
Ese día no pasó nada importante , pero la “elite” le pidió que volviera a traer la raqueta-honda, en la próxima clase. Y vino la raquetona. Y varios trajeron unos hermosos rompe portones bien poderosos. Cómo era un soleado y caluroso día de verano, las ventanas del aula estaban abiertas.
Y empezó la clase y empezaron los fuegos artificiales, el que estaba sentado sobre la ventana tenía la raqueta apuntando hacia la calle, el segundo colocaba el rompe portones, y pasaba la munición al que estaba a su lado, quien a su vez también la pasaba, hasta que se llegaba al máximo de tensión………a la voz de fuego, el último soltaba la honda y el mortero salía con fuerza para explotar bien lejos sobre la esquina………se juntaron vecinos y autoridades del colegio pero nadie pudo imaginar de donde salían los disparos……..bueno no pasó nada malo, solamente varios ruidos bien fuertes!!!!!
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